El móvil y la escuela: ¿un amor prohibido?

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“¿Aquí hay wifi?”, ésta se ha convertido en una de las solicitudes más comunes en los espacios abiertos al público. Además, se multiplica la variedad de dispositivos móviles, cada vez más móviles, al tiempo que las tarifas ofertadas por las compañías abarcan un amplio rango de precios y prestaciones en favor del “siempre conectad@s”. Nada sin su app, nadie sin smartphone.

Y, sin embargo, este modelo no parece evolucionar hacia la colaboración y la horizontalidad, sino hacia la creación de consumidores aislados en burbujas filtradas por el algoritmo. El diseño de móviles y tablets nos invita al consumo y nos dificulta la producción; el consumo es, además, individual y silencioso.

Así, sigue siendo común el cartel de “Prohibidos los móviles” en la entrada de los centros educativos. Y, de alguna forma, tiene sentido, porque ¿cómo integrar este modelo al proceso de enseñanza-aprendizaje? Aún hoy, la práctica docente se convierte en un malabarismo diario para utilizar estos dispositivos como herramientas de creación y de trabajo colaborativo, porque algo tan sencillo como redactar un texto en una tablet se convierte en una carrera de obstáculos.

Por tanto, los profesionales de la educación se enfrentan a un reto doble: desafiar la evolución del uso de la tecnología hacia consumidores pasivos y lograr que la integración de nuevas metodologías no pierda de vista su principal objetivo, que es el aprendizaje. “Muy bien, ¿pues donde está el truco?” El truco está en que, al igual que ha cambiado nuestra forma de aprender, también debe cambiar nuestra forma de enseñar. Igualmente, no olvidemos que los usos de las herramientas los determinan las personas, no la herramienta en sí misma, por lo que somos nosotras las que decidimosqué uso le daremos, en qué medida y con qué valor.

Una vez tengamos esto asumido, podemos empezar con la clase.

Y como no hay mejor inspiración que la experiencia, aquí os dejamos el enlace al proyecto Amores Prohibidos 2.0, realizado en el IES A Cachada do Boiro (A Coruña), donde representaron una versión de la obra Romeo y Julieta, de Shakespeare: el escenario fueron las redes sociales, Redenasa.tv y un blog, todo en tiempo real y con el autor (Xespir) como narrador y community manager.