“Lo importante es tener claro dónde vamos, los contenidos están en el medio” | El CEIP A Rúa de Cangas, ganador del Premio a la Alfabetización Audiovisual 2014.
http://gingko.gal/wp-content/uploads/2014/11/A-Rua-Mural-1500x1000-1024x683.jpg 1024 683 somos_gingko somos_gingko http://1.gravatar.com/avatar/7f715608adff0fcc46e33c631147f179?s=96&d=mm&r=gEn el CEIP A Rúa, cuatro profesoras nos muestran orgullosas un mural en el que vemos cámaras, micrófonos y la fábrica Massó.Massó Hermanos S.A. empleó a unas dos mil personas en Cangas do Morrazo (Pontevedra) entre 1955 y 1985; ahora es un edificio abandonado donde aún viven historias de ballenas, canciones y recuerdos de la época dorada de las conserveras en la ría. El grupo de 6º de Primaria quiso hablar sobre el patrimonio inmaterial de su pueblo, grabaron un documental y ganaron el Premio a la Alfabetización Audiovisual del ICAA.
“Nosotras propusimos otro tema, el carpintero de Ribeira, pero al llegar al CGAI, el equipo de Cinema en curs preguntó a los niños si conocían oficios de su zona, y empezaron a hablar de Massó. Yo miré a mis compañeras y les dije: ‘hay que cambiar de tema. El tema es Massó”. Esto nos los explica Ana M. Fernández, una de las profesoras que participó en el programa Cinema en curs (Cine en curso), enmarcado dentro del Plan Proxecta de la Xunta de Galicia. Rosana Rúa, la directora del centro, cuenta como la gente deA bao o qu “nos maravilló por su calidad humana y profesional, saben muy bien de qué hablan y saben transmitirlo muy bien. Nos sentimos muy acompañadas en todo momento, te lo cuentan todo tan claro que piensas:’esto lo hacemos enseguida, ¡sin problema!’ Ellas lo tienen todo muy estructurado, llevan muchos años con esto, son una gente encantadora y muy motivadora”. Aunque ya antes de esto, en el CEIP A Rúa habían comenzado a trabajar con el cine a través de Cineando ilusións (Cineando ilusiones):
– Ana M. Fernández: todo empezó hace dos cursos, en Atención Educativa, proyectábamos una serie de filmes que podían servir como medio para desarrollar el currículum. La cuestión era visionar las películas con una finalidad educativa. Por ejemplo, vimos “La vida es bella”; teníamos un padre, profesor de Universidad, que nos hizo un mapa conceptual en Internet, con una herramienta muy dinámica, sobre la Segunda Guerra Mundial. Hicimos el visionado y luego tuvimos actividades, como debates y comentarios sobre la película y sobre la exposición que hizo este padre. Desde entonces, teníamos una inquietud…
– Rosana Rúa: siempre tenemos un tema núcleo, que es el nexo de unión para las actividades transversales que se realizan en los distintos cursos. El año pasado nos apeteció coger este tema: el cine. Esto se puede trabajar de muchas formas, nuestra idea era trabajar el cine clásico con propuestas didácticas y pedagógicas. Lo que buscábamos era educar la mirada, entender qué nos quieren transmitir con una música, un plano, una imagen… Saber leer el cine y la imagen.
Pregunta: El objetivo principal del proyecto es mejorar la competencia mediática del alumnado y de las profes…
– R.R.: Si, porque viven rodeados de pantallas, de imágenes, de información… Es muy complicado saber qué información es relevante, cuál no lo es…
– A.M.F.: Cuál es la manipulada…
– R.R.: Pensamos que nuestra responsabilidad en la escuela es educar el sentido crítico ante ese bombardeo de información que les llega.
– A.M.F.: Y también es un medio de expresión. Requiere un lenguaje específico que hay que trabajar, y que si no lo trabajas puede dominarte a ti. Si tú no controlas por qué se utiliza ese plano, qué sensaciones produce en mí, entonces pueden manipularte.
P: ¿Y cómo encaja todo esto con las exigencias del currículum educativo?
– R.R.: Nosotras trabajamos por proyectos, el currículum se trabaja con diferentes metodologías, no es un libro de texto que sigues tema a tema.
– A.M.F.: Esto es incompatible con el libro de texto.
– R.R.: Trabajas el currículum a través de los proyectos. Para nosotras, todos forman parte de lo que trabajamos en el aula, no es trabajo de más. Es mucho más trabajo que si lo hacemos de otra forma, pero nos parece más enriquecedor para los niños y para el mundo que les toca vivir fuera del cole.
– A.M.F.: Es una herramienta muy potente para trabajar la autonomía, la gestión del aprendizaje… El libro de texto un instrumento que puedes utilizar de vez en cuando, pero que no les da autonomía, ni capacidad de decidir, no busca el consenso ni la investigación… Todo está muy limitado, son preguntas y respuestas cerradas. Además, si un profesor limita su dinámica de aula al libro de texto, está perdiendo autonomía como profesional y nosotras también tenemos que buscar la autonomía, elaborar nuestros objetivos pedagógicos. Lo importante es tener claro dónde vamos, los contenidos están en el medio.
P: ¿Y cómo se evalúan estos proyectos?
– A.M.F.: Pues evalúas en función del nivel competencial. En el trabajo en grupo, evalúas si el grupo llega al consenso, si aprovechan el tiempo, si leen la información o simplemente copian y pegan…
– R.R.: Después de esto, hay una exposición delante de toda la clase, ahí también evalúas. Hay pruebas escritas y orales. Vas a trabajar los contenidos, pero vas a valorar además competencias que no podes evaluar con un simple examen. En un examen valoras el conocimiento memorístico momentáneo, pero eso después lo olvidan. De esta forma, el aprendizaje es significativo par los niños, y lo que aprenden formará parte de su conocimiento. Siempre que se enfrenta el trabajo por proyectos al libro de texto, yo pienso que todos recursos, el objetivo es darle sentido a todo lo que hacemos y que sea beneficioso para los niños.
– A.M.F.: Por ejemplo, si un libro de texto se habla de la entrevista, la actividad será hacer una entrevista a alguien, no sé, a un bombero. Pero eso está descontextualizado. Aquí preparamos las entrevistas para la gente que trabajó en la Massó, eso está enmarcado en un contexto significativo y motivador, responde a una necesidad concreta.
P: ¿Cómo os organizasteis las cuatro profesoras para trabajar en un mismo proyecto?
– R.R.: Una de las características de Cinema en curs es que todos hacen de todo; nosotras, como profes, seguimos el mismo lema. Todas hicimos de todo, todas estamos igualmente involucradas. Los chavales hicieron todo el proceso, nosotras estábamos de guía. Ellos hicieron desde la documentación inicial hasta buscar las personas para entrevistar, desarrollaron las conversaciones, les agradecieron su participación y su testimonio. La mayoría eran personas mayores y fue interesante es encuentro entre generaciones. Cada uno de los niños fue cámara, sonidista, director… Todos ocuparon todos los puestos.
– A.M.F.: Además, una de los momentos más difíciles fue seleccionar los planos que iban a formar parte del documental. Todos habían sido directores y por lo tanto tenían que renunciar a planos que grabaron, tuvieron la generosidad de decir: “No, mi plano no, es mejor este o este otro”. Todas las decisiones se tomaban por consenso, no por mayoría; esto fue interesantísimo a nivel pedagógico.
– R.R.: Fue duro, porque el consenso no trabaja habitualmente, están acostumbrados a votar y a decidir por mayoría. Pero esto es un trabajo conjunto, por lo tanto todas las decisiones son por consenso.
– A.M.F.: Tuvieron la sensibilidad de seleccionar fragmentos que emocionalmente son muy potentes, como el momento de la asistenta social o cuando cantan las señoras. Recuerdo que, en ese momento, reíamos porque eran simpatiquísimas y, a la vez, llorando porque ellas se emocionaban, querían marcharse de la fábrica cuando entraron.
– R.R.: Desde que cerró la fábrica no habían vuelto a entrar, y cuando vieron cómo estaba, fue un impacto emocional tremendo.
– A.M.F.: Fue algo mágico, que supongo que pasará en todas las películas. Tú, como las ves a cachitos, no ves el resultado hasta el final de todo el proceso. Para nosotras fue una grata sorpresa. Esperábamos mucho de ellos, pero nos emocionamos. Cada vez que vemos el documental reímos y lloramos.
– R.R.: A nosotras nos interesa el tema de las emociones. Se trabajan muy poco, ya nos cuesta mucho hablar de ellas con adultos, y a los niños más. Y ellos escogieron el tema de Massó, que en Cangas levanta mucha polémica porque es una fábrica en que estuvo implicado todo el pueblo, personalmente o a través de familiares. Nosotras pensamos: “¿Y qué vamos a contar? Por que ya hay un montón de documentales sobre Massó, todo el mundo tiene su idea y su propia experiencia. ¿Qué no ha contado nadie todavía?” Ellos dijeron que querían recoger las emociones de la gente. Nosotras pensamos que eso era difícil, porque eran muy pequeños. Pero cuando ves el documental, realmente están allí, sí que lo consiguieron.
– A.M.F.: Y tuvimos la suerte de que era un grupo de alumnos magnífico, muy maduros, muy creativos, muy entusiastas…
– R.R.: Se generó una sinergia muy bonita, se dieron muchas circunstancias que engrandecieron el proyecto y nos aportó mucho, personal y profesionalmente.
P: ¿Qué papel jugó el pueblo de Cangas en todo esto?
– R.R.: Los niños preguntaron si no había alguna imagen o vídeo del despedazamiento de las ballenas. En el Museo de Bueu colaboraron y cedieron parte de su fondo documental, en el que había fotos, y nos dejaron un trozo de un reportaje del Nodo en el que aparecía la cadena de trabajo de la fábrica. Después, los niños contactaron con sus familias y éstas con otras personas que también trabajaron allí. Queríamos entrar en la fábrica, que está cerrada y no se puede entrar. Fuimos a pedir permiso y el Ayuntamiento nos abrió las puertas, mandó a Protección Civil porque el edificio está en ruinas, nos regaló un libro sobre ballenas…
– A.M.F.: También A Cepa, de Cangas, nos dejó fotos.
– R.R.: Y un ex-profesor nos acompañó en una visita guiada en la Massó.
– A.M.F.: El día del estreno había muchísima gente, teníamos expuestos todos los trabajos y todo era muy familiar, muy entrañable. Los niños lo hicieron fenomenal.
P. Este proyecto tiene muchos cómplices…
– A.M.F.: Sí, tuvo mucha repercusión y no deja de crecer.
– R.R.: Incluso recibimos hace poco un libro sobre pedagogía del cine, con una nota: “Felicidades por el premio. Esto no es ningún compromiso para vosotros”. El remitente era un miembro de la Filmoteca de León a quien le gustó mucho el proyecto. Estamos teniendo muchos contactos muy chulos para seguir trabajando.
– A.M.F.: Y además no queremos dejar el cine. Ya estamos en otra.
– R.R.: Sí, vamos a hacer un documental sobre la migración en Cangas.
P: ¿Qué hace falta para desarrollar un proyecto así?
– A.M.F.: Ganas e ilusión. “Cineando ilusións” es el título que le pusieron los niños, porque hay momentos duros, de agobio…
– R.R.: Hay momentos que no sabes a qué atender, pero todo se saca si tienes ganas.
– A.M.F.: Fueron muchas horas, no sólo en la escuela, sino fuera de la escuela también.
– R.R.: Claro, la coordinación fue toda fuera de la escuela. Tres de las profesoras que estamos ahí somos miembros del equipo directivo, no tenemos tiempo para hacer mucho. Entonces quedábamos fuera, en una cafetería o en casa, donde fuera, y conseguimos sacarlo.
Y éste es el resultado, un documental sobre la historia de Cangas contada desde las emociones compartidas y el trabajo colaborativo.
- Publicado En:
- Sin categorizar